Esta semana, las sedes de varias grandes operadoras europeas, entre las que se encuentran Telefónica, Orange y Deutsche Telekom, han sido registradas por sorpresa por funcionarios de la Comisión Europea. Su objetivo, buscar pruebas del posible boicot que realizan a diferentes servicios de Internet, lo que supondría prácticas contrarias a las leyes de la libre competencia. Según informa
ElPaís, la Comisión Europea sospecha que servicios como WhatsApp, Skype o de almacenamiento de archivos podrían estar siendo ralentizados de forma deliberada. El debate no es nuevo, ya que operadores…