Los tambores de guerra empezaron a sonar en mayo de 2016 cuando
Kotaku anticipó que Microsoft se estaba preparando para lanzar una Xbox One más potente en 2017. En el E3 de ese mismo año y, después de que Sony anunciara la
existencia de PS4 Pro (para entonces llamada Neo), los de Redmond se vieron obligados a confirmar que entre sus planes se contraba
Project Scorpio, una consola desarrollada con el objetivo de ofrecer juegos en 4K. Después del fiasco que la presentación de Xbox One supuso a todos los niveles, Phil Spencer y su equipo configuraron una estrategia completamente…