La ley es clara, para que exista un delito contra la propiedad intelectual debe haber ánimo de lucro y perjuicio a terceros, aunque algunos siguen empeñados en criminalizar las descargas de Internet. El último ejemplo ha sido una
sentencia de un juzgado de Badajoz, en la que se ha absuelto a un internauta que copiaba música, películas y videojuegos, al no demostrarse que cobrara por ellos. La magistrada además ha condenado a pagar las costas del juicio a la parte de la acusación, la Asociación Española de Empresas de Software de Entretenimiento, calificando su actuación de
temeridad…