“Respecto a la moción de Epic Games y sus juegos, incluyendo Fortnite, el Tribunal considera que Epic Games aún no ha demostrado un daño irreparable”, dice Rogers. “La situación actual parece haber sido creada por ellos mismos”. La jueza añade que Epic Games “eligió estratégicamente romper sus acuerdos con Apple” para perturbar el statu quo. Sin embargo, mantener ese statu quo es la razón que la lleva a dictaminar que Apple no puede dejar a Epic Games sin acceso a su SDK e impedir que brinde soporte a Unreal Engine en sus plataformas.
La jueza considera que en el caso de Unreal Engine, Epic Games sí ha logrado demostrar la existencia de un “daño potencial significativo” tanto para el motor gráfico como para la industria del videojuego. También anota que en este capítulo Apple “eligió actuar con severidad”, ya que privar a Epic Games de sus herramientas de desarrollo hubiera tenido un impacto en los creadores de aplicaciones third-party y en la reputación de la compañía responsable de Fortnite. En este sentido, Microsoft y Xbox apoyaron a Epic Games.
La decisión del tribunal tiene un alcance limitado, ya que su único objetivo es preservar el statu quo mientras escucha de forma detallada los argumentos de ambas partes y emite una orden judicial preliminar. Dicha orden determinará si Apple puede o no tomar medidas contra Fortnite, Unreal Engine y cualquier otro producto de Epic Games mientras dure el juicio. Ambas partes están citadas a lo largo de las próximas semanas y la audiencia sobre la orden judicial está programada para el 28 de septiembre.
El juicio va para largo. Los abogados de Epic Games dicen que pueden estar preparados en cuatro o seis meses, mientras que los de Apple afirman necesitar unos diez meses. Debemos recordar que Unreal Engine es solo una víctima de este enfrentamiento. El quid de la cuestión son las “acciones anticompetitivas” que en opinión de Epic Games usa Apple para “mantener ilegalmente su monopolio” en la App Store.