Apple se pliega a los reguladores en Corea del Sur y empieza a admitir sistemas de pagos de terceros

Alejo I
El jardín cerrado de Apple lo es hoy un poco menos para los consumidores de Corea del Sur. Según ha comunicado la firma de la manzana a su comunidad de desarrolladores, a partir de ahora los usuarios de la App Store surcoreana no tendrán por qué usar exclusivamente el sistema de pagos de la compañía, siguiendo así un cambio regulatorio que obliga a Apple y Google a ofrecer soluciones alternativas.

Ambas empresas protestaron amargamente en su día y llegaron a declarar que sus sistemas operativos serían menos seguros y más difíciles de utilizar, pero en última instancia, Corea del Sur terminó modificando su ley y tanto Apple como Google tendrán que dar su brazo a torcer.

Más allá de las consideraciones sobre la facilidad de uso, la gestión de la privacidad y el riesgo de fraude (y tan fabulosas o certeras como puedan ser algunas aseveraciones), lo cierto es que Apple tiene motivos para no estar nada contenta con esta situación, puesto que el uso de plataformas de pago externas ponía en peligro la comisión del 30 % que la compañía cobra por las compras desde las propias aplicaciones.

Para evitar perder esos ingresos, Apple obligará a los desarrolladores a notificar todas sus ventas mensuales y a continuación cobrará una tasa del 26 % sobre las mismas. Para ello se valdrá de una herramienta diseñada específicamente para aquellas aplicaciones que solo se distribuyen en Corea del Sur. Si estamos hablando de apps globales, señala The Verge, el desarrollador deberá enviar dos copias: una para Corea del Sur y otra para el resto del mundo.

Otras restricciones estratégicas encaminadas a disuadir a los desarrolladores de usar sistemas de pagos de terceros es la imposibilidad de utilizar la plataforma de pagos de Apple si una aplicación incluye soluciones externas, así como la obligatoriedad de integrar las compras dentro de la propia app y no usando un sitio web.

Si bien la medida de Corea del Sur es pionera en todo el mundo, posiblemente será adoptada con sus propios giros territoriales en otros mercados. El más evidente es el europeo, puesto que la Comisión Europea, que ya tiene en sus miras a Apple por limitar el uso de NFC en Apple Pay, ha propuesto en la nueva ley de mercados digitales que los propietarios de una plataforma no puedan exigir el uso exclusivo de sus propios servicios de pago, y Google, que ya ha visto las barbas de su rival pelar, anunció en marzo que permitirá sistemas de pagos alternativos, comenzando con las suscripciones de Spotify.
Fuente: The Verge