Spotify denuncia a Apple ante las autoridades europeas por prácticas contra la competencia

A finales de 2017 los dos principales servicios de streaming europeos, Spotify y Deezer, pidieron a la Comisión Europea ayuda frente a lo que consideraban como abuso de posición dominante por parte de Apple. Esta acritud estaba en parte motivada por las condiciones de publicación de la tienda de aplicaciones de Apple, que cobra una comisión del 30 % en las altas de sus servicios de pago al mismo tiempo que ofrece su propia plataforma de streaming, Apple Music. Ahora las quejas de Spotify han pasado a sus abogados, que han denunciado la situación ante la Comisión.

Según ha anunciado Spotify a través de su blog oficial, esta tasa o impuesto, como denomina la firma a la cuota de Apple, supone una ventaja competitiva injusta diseñada para generar un perjuicio a los competidores de Apple Music. Daniel Ek, máximo responsable de Spotify, argumenta que al tener que pagar ese 30 % adicional también debe incrementar sus precios artificialmente "muy por encima del precio de Apple Music".

Asimismo, continúa el ejecutivo en el blog, si Spotify no paga esta comisión Apple impone "una serie de restricciones técnicas y de limitación de la experiencia" que reduce el atractivo de Spotify hasta el punto de convertirlo en una opción inferior, todo ello mientras que la firma de la manzana "bloquea rutinariamente nuestras actualizaciones de mejoras de la experiencia" para evitar por ejemplo su correcto funcionamiento como Siri y el reloj Apple Watch.


No es difícil inferir la defensa de Apple: su casa, sus normas. Ahora bien, Spotify también tiene una contradefensa: según afirma su consejero delegado, este tratamiento es dispensado de forma injusta contra sus rivales y no tiene réplica en el caso de aplicaciones que no suponen una amenaza para Apple. Por ejemplo, afirma Ek, Apple no aplica esas comisiones a Uber o Deliveroo.

El texto, que es básicamente un comunicado dirigido tanto a los consumidores como a la propia Apple (Spotify ha creado incluso un sitio web específico), finaliza señalando las exigencias de la compañía: todas las aplicaciones deberían regirse por las mismas normas, los consumidores deberían poder utilizar medios de pago con tarifas no discriminatorias "como los de Apple" y las tiendas de aplicaciones no deberían poder controlar las comunicaciones entre servicios y usuarios para introducir restricciones "injustas" en promociones y marketing.

Queda por conocer la reacción de la Comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, cuya oficina debería hacerse cargo de la situación si determina que el comportamiento de Apple es lesivo para el mercado y/o los consumidores.