El centro de operaciones de Mercenarios es la aldea, lugar desde donde se puede gestionar la colección, recoger recompensas, ir a la tienda de Mercenarios y salir a completar contratos entre otras actividades. “La aldea también es en sí misma un sistema de mecánicas y de progreso porque se pueden construir y mejorar edificios, desbloquear más contenido y hacerlos más efectivos”, explica Blizzard. “Completar contratos es una parte esencial de la experiencia de Mercenarios y es imprescindible para hacer que vuestros mercenarios suban de nivel, incluso aunque queráis centraros en jugar contra otros jugadores”.
Cada contrato tiene un nivel de dificultad sugerido y todos incluyen encuentros generados de forma procedural que conducen hasta el jefe. A medida que se juegue, se desbloquearán niveles de dificultad adicionales para un desafío mayor. En lugar de un mazo de cartas, en Mercenarios se controla a un grupo de hasta seis personajes (con diferentes roles) y en combate hay que seleccionar a tres con los que luchar. Si uno de los mercenarios cae o usa una facultad espacial entrará uno de los refuerzos del banquillo.
Los mercenarios tienen tres facultades (que se desbloquean en los niveles 1, 5 y 15) y ranuras para hasta tres piezas de equipo. Con ello se busca añadir una capa de estrategia que obligará a los jugadores a descubrir sinergias entre los mercenarios. Cuando se complete un contrato, todos los personajes ganarán experiencia hayan o no salido con vida del combate. Una vez cobrada la recompensa, toca ir al siguiente contrato o repetir el mismo en busca de más botín y subir el nivel del equipo.
Cuando se hayan cumplido unos cuantos contratos los jugadores con su grupo de mercenarios podrán acceder al foso de combate donde los rivales serán jugadores de una potencia similar. En el foso de combate se pueden desbloquear logros, ganar recompensas y competir para subir puestos en la clasificación. Encontraréis más detalles sobre el foso de combate en el vídeo que tenéis a continuación.