“La competencia entre tiendas de juegos es genial para todos”, dice Gabe Newell en la entrevista a la revista EDGE (vía Gamesradar). “Nos mantiene honestos, provoca que todo el mundo tenga que ser honesto. Pero es fea a corto plazo. Es como ‘argh están gritando y nos hacen quedar mal’, pero a largo plazo todo el mundo se beneficia de la disciplina y seriedad que debes tener sobre tu negocio cuando hay quien llega y te desafía”.
Para Newell el problema no es que entre a escena un nuevo actor que ponga sobre la mesa una propuesta que rete a Steam. “Nos asusta mucho más la ausencia de competencia, las personas que intentan impedir que exista”, continúa Newell. “Si me preguntas qué da más miedo, es la gente que se enamora del modelo de Apple, donde todo está controlado y existen burócratas sin rostro que evitan que tu producto llegue al mercado [...]”.
Cuando la Epic Games Store se puso en marcha en diciembre de 2018 puso sobre la mesa un reparto de ingresos mucho más lucrativo para los desarrolladores y editores, que deben abonar una comisión del 12 %. En Steam este porcentaje es, por norma general, del 30 %, aunque se puede reducir hasta el 25 % y 20 % en función de los ingresos generados. Otra de las armas de la Epic Games Store son las exclusividades, una política que durante el segundo año de vida de la tienda parece que se ha relajado.
Steam ha quedado mal ante algunos desarrolladores y editores debido a su modelo de reparto de ingresos, pero entre la comunidad de jugadores el blanco de las críticas ha sido la Epic Games Store, cuya política de exclusividades no siempre ha sentado bien. Uno de los casos que más ruido generó fue el de Metro Exodus, que llegó a suspender sus ventas en Steam para pasarse a la Epic Games Store.