“Tengo algunos problemas con la realidad virtual, te aísla y yo creo que los juegos son una experiencia en comunidad, de grupo”, comenta Spencer. “Nosotros respondemos a lo que nuestros clientes piden y… nadie está pidiendo realidad virtual. La gran mayoría de nuestros usuarios saben que si quieren una experiencia de realidad virtual, hay lugares donde conseguirla”. Spencer añade la decisión de no dar prioridad a esta tecnología también se basa en que “nadie está vendiendo millones y millones” de visores de realidad virtual.
Sin embargo, el ejecutivo no descarta que eventualmente puedan tener la realidad virtual como una preferencia, pero por ahora “esta no es nuestra prioridad”, dice Spencer. En 2016 el directivo dijo que la realidad virtual eran “demos y experiencias”, una cita de la que no se muestra especialmente contento ya no pretendía rebajar el trabajo que se está haciendo con esta tecnología.
En caso de querer realidad virtual, en Microsoft cuentan con la iniciativa Windows Mixed Reality que debería poder dar el salto a Xbox Scarlett sin demasiados problemas. Con esta tecnología la consola recibiría soporte para una serie de visores ya disponibles y todo el catálogo de juegos para Steam VR, que incluye a Half-Life: Alyx, título que espera ser un referente para la realidad virtual y que aún no se había presentado cuando Phil Spencer hizo estas declaraciones.
En el caso de Sony, la situación es diferente. PlayStation 4 cuenta con PlayStation VR, un visor que también funcionará con PlayStation 5. Además, la compañía trabaja en una nueva generación del periférico de realidad virtual, aunque su lanzamiento parece aún lejano porque no coincidirá con la llegada de la próxima consola.