“Esta prueba limitada tiene como objetivo probar nuestra tecnología de streaming de juegos y el mando, y con el tiempo mejorar la experiencia de los suscriptores”, dice Mike Verdu, vicepresidente de Juegos en Netflix. Los miembros seleccionados podrán probar dos títulos: Oxenfree de Night School Studio, un estudio propiedad de Netflix, y Molehew’s Mining Adventure. Los dos juegos se encuentran disponibles desde hoy en televisores LG, ONN (una marca de Walmart), Samsung y Roku, dispositivos Amazon Fire TV, Chromecast con Google TV y Roku así como Nvidia Shield TV. Con el tiempo se añadirá más hardware.
También es posible jugar en streaming en PCs y Macs a través de Netflix.com y haciendo uso de un navegador compatible. En este caso se puede emplear teclado y ratón.
El streaming de juegos podría ser un gigantesco paso para Netflix. Ahora solo hablamos de títulos para móviles transmitiéndose a televisores y dispositivos conectados, pero desde el momento que desaparece la necesidad de ejecutar el contenido de forma local, el límite lo ponen los servidores. Nada impediría a Netflix ofrecer a sus clientes un catálogo de juegos en streaming con títulos que actualmente se encuentran disponibles en consolas y PC. A día de hoy lo que falla no es la tecnología, que ciertamente puede mejorar y lo hará, sino que se trata de encontrar el modelo de negocio, una misión que no cumplió Google con Stadia.
El tiempo dirá hasta dónde quiere llegar Netflix con los juegos en la nube. Actualmente solo estamos ante una prueba y la compañía no va más allá de los títulos para móviles. Netflix espera terminar el año ofreciendo a sus clientes un catálogo con 95 títulos. Sin embargo, si miramos al futuro se vislumbran planes más ambiciosos, incluyendo un proyecto AAA multiplataforma capitaneado por Joseph Staten, un veterano de la franquicia Halo que sirvió como director creativo en Halo Infinite.