El presidente fundador de Facebook afirma que la red social explota la psicología de sus usuarios

Alejo I
Sean Parker ha tenido una vida interesante. A los 19 años ayudó a fundar Napster y puso patas arriba la industria musical, cambiando su modelo de negocio para siempre. Varios años y algunos tropezones después, se encontró a través de la compañera de piso de su novia con algo llamado "The Facebook". Una bombilla se encendió inmediatamente en su cabeza y rápidamente se reunió con Mark Zuckerberg y Eduardo Saverin, convirtiéndose en el presidente fundador de una start-up con solo cinco meses de antigüedad pero con un potencial claro.

Ahora, a sus 38 años, es milmillonario y no se siente obligado a guardar las apariencias. Así lo ha demostrado durante una conferencia organizada por el grupo mediático Axios, donde ha realizado unas declaraciones que, si bien no son del todo reveladoras, sí resultan sorprendentes en boca de uno de los primeros empleados de Facebook.

Parker, que últimamente está más interesado en combatir el cáncer a través de su fundación, mantiene una presencia muy reducida en las redes sociales y se considera "una especie de objetor de conciencia" tras su paso por Facebook. Según Parker, cuando Zuckerberg, Saverin y él estaban construyendo Facebook, su intención desde un primer momento fue ver cuánto tiempo y atención podían consumir y llevar esa cantidad al máximo, buscando al mismo tiempo el mayor número de usuarios explotando mecanismos psicológicos. En sus propias palabras:

Cuando Facebook empezaba a funcionar, venía esta gente que me decía "no estoy en las redes sociales". Y yo decía, "Ok. Sé que estarás". Y entonces decían "No, no, no. Valoro mis interacciones en la vida real. Valoro el instante. Valoro la presencia. Valoro la intimidad". Y yo decía [...] "Ya te atraparemos".

No sé si alguien realmente comprendió las consecuencias de lo que estaba diciendo, porque las consecuencias imprevistas de una red cuando crece a 1.000 o 2.000 millones de personas [...] literalmente cambia tu relación con la sociedad, con cada uno [...] Posiblemente interfiere con la productividad de formas extrañas. Solo Dios sabe lo que está haciendo con el cerebro de nuestros niños.

El proceso de pensamiento involucrado en estas aplicaciones, Facebook la primera de todas, [...] era: "¿Cómo consumo la mayor parte de tu tiempo y atención consciente como es posible?"

Y eso significa que necesitamos darte un pequeño chute de dopamina de vez en cuando, porque a alguien le gustó o comentó una foto o una publicación o lo que sea. Y eso te va a hacer que contribuyas con más contenido, y eso te va a dar [...] más "me gusta" y comentarios.

Es un bucle de validación social [...] exactamente la clase de cosa que se le ocurriría a un hacker como yo, porque estás explotando una vulnerabilidad en la psicología humana.

Los inventores, los creadores (soy yo, es Mark [Zuckerberg], es Kevin Systrom en Instagram, es toda esa gente) lo entendimos con claridad. Y lo hicimos de todas formas.

Cada una de las citas de Parker se puede leer como la versión en negativo de los discursos de Zuckerberg, que por cierto, ahora también está involucrado en la creación de tecnologías que permitan conectar el cerebro humano a sistemas informáticos. Es un raro vistazo a la estrategia y la clase de decisiones que ayudaron a convertir a Facebook en el coloso que es hoy en día. También son la clase de palabras que uno no esperaría escuchar de uno de los ejecutivos detrás de su éxito. Tal vez por eso Parker finalizó su intervención bromeando sobre cómo Mark Zuckerberg probablemente bloqueará su cuenta cuando lea sus declaraciones.
Fuente: Axios
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Dos décadas escribiendo sobre nuevas tecnologías y cultura popular. Si tiene luces o botones, posiblemente he hablado de ello. EOLiano Gran Reserva.

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