Saga Anderson (Melanie Liburd) es una veterana agente del FBI que acaba de llegar a Bright Falls, en el noroeste del Pacífico de Estados Unidos, para investigar una serie de asesinatos rituales. Nos encontramos ante una madre e investigadora a la que le entusiasma su trabajo, le gusta lo que hace y es conocida por resolver casos muy complicados con insólitas deducciones lógicas. Remedy también la describe como una persona amable y empática, dos rasgos que traslada a su trabajo para ser mejor detective y perfiladora. Alan Wake (Ilkka Villi) es un artista que busca inspiración y Saga Anderson una detective que busca respuestas.
La existencia Saga en Alan Wake 2 permite tratar temas de dualidad y ecos, mientras que ofrece a los jugadores la posibilidad de avanzar en la historia a medida que exploran dos mundos, el del noroeste del Pacífico, que ha sido introducido en el juego tras una investigación sobre el terreno, y la realidad oscura que se esconde bajo Cauldron Lake. En este segundo punto es donde tenemos a Alan Wake. A pesar de que no se conocen ni han visto en persona, Alan y Saga están interconectados de diferentes maneras y su historia es paralela.
Alan Wake 2 es la secuela de un juego que salió hace 13 años, pero haber jugado a Alan Wake (2010) no es un requisito para entender la historia de la segunda parte. Una de las formas de dar la bienvenida a la nueva audiencia consiste en añadir a Saga Anderson, un personaje novato en lo sobrenatural que permite al equipo de desarrollo introducir a un protagonista que aporta la perspectiva de los nuevos jugadores. Remedy no se olvida de los veteranos, que tendrán su recompensa en forma de numerosas interrelaciones.
A pesar de que Alan Wake 2 ofrece una experiencia cohesiva, cada mundo y personaje tiene su propio estilo. Respecto a la narrativa y el tono de la parte protagonizada por Saga, Remedy se inspiró en la serie True Detective y la película Seven.