“Xbox Series S fue diseñada para ser la consola de próxima generación más asequible y para jugar a juegos de próxima generación a 1440p y 60 FPS”, dice un portavoz de Microsoft a VGC. “Para ofrecer un experiencia retrocompatible de alta calidad y consistente con la visión original del desarrollador, Xbox Series S ejecuta los juegos en su versión para Xbox One S, a la vez que aplica un filtrado de texturas mejorado, una mayor y más consistente velocidad de fotogramas por segundo, tiempos de carga más rápidos y Auto HDR”.
Actualmente Xbox One X permite ejecutar cientos de juegos de Xbox One y Xbox 360 con un sistema de retrocompatibilidad que aplica múltiples mejoras, incluyendo resolución hasta 4K, HDR, una mayor velocidad de fotogramas y un mejor filtrado de texturas. Xbox Series X sí podrá con todo ello, pero Xbox Series S se perderá algunas características. Según Digital Foundry, esto se debe a la velocidad de la memoria de Xbox Series S, que equipa 10 GB a 224 GB/s y 2 GB a 56 GB/s. En comparación, Xbox Series X tiene 10 GB a 560 GB/s y 6 GB a 336 GB/s.
Hay que tener en cuenta que hablamos de juegos retrocompatibles. Títulos como Forza Horizon 4, Gears 5, Gears Tactics, Ori and the Will of the Wisps y Sea of Thieves han anunciado que serán optimizados para la próxima generación, así que sus mejoras también se aplicarán a Xbox Series S. Sin embargo, las mejoras para Xbox One X que han recibido títulos como Assassin's Creed Odyssey o Battlefield V no se verán al completo en Xbox Series S, a no ser que Ubisoft y Electronic Arts actualicen su juego para la próxima generación.
Xbox Series S estará disponible el 10 de noviembre por 299 euros, mientras que Xbox Series X se podrá adquirir el mismo día por 499 euros.