Cuando le preguntan sobre la posibilidad de que más juegos de Xbox y Xbox 360 pasen a ser compatibles con Xbox Series y se incorporen a Xbox Game Pass, Roland responde de forma positiva. Sin embargo, la voluntad y el trabajo del equipo responsable del sistema de retrocompatibilidad no es suficiente. “En ocasiones es un desafío técnico, pero la mayoría de las veces se trata de la licencia”, explica Roland. “En algunos casos el desarrollador o editor ya no existe. Incluso descubrir de quién necesitamos la aprobación es muy, muy difícil”.
Durante la entrevista Roland revela que el programa de retrocompatibilidad de Xbox Series X y Xbox Series S se puso en marcha en 2016, cuando la consola aún estaba en una etapa muy temprana, así que el equipo tuvo que probar el rendimiento de los juegos con un simulador del chip de próxima generación. Esto permitió localizar potenciales problemas. Posteriormente el equipo trabajó en mejoras como el Auto HDR, resoluciones más altas, filtro anisotrópico 16x y en algunos casos el doble de fotogramas por segundo.
El “ejército de probadores” está compuesto por unos 500 efectivos y según Roland han invertido de forma combinada más de 500.000 horas para asegurarse de que todos los juegos de Xbox One, incluyendo los que puede ejecutar de Xbox 360 y Xbox, funcionan correctamente en Xbox Series. En caso de encontrar un problema, se notificaba al equipo de retrocompatibilidad y este lo solucionaba sin necesidad de recurrir al desarrollador original. “La responsabilidad recae en nosotros”, sentencia Roland.