“Algunos han visto los juegos y han expresado su opinión de que se trata de una alineación débil”, dijo Kimishima durante una sesión informativa posterior a la presentación de los últimos resultados financieros. “Nuestro parecer sobre el lanzamiento de software es que lo importante es seguir entregando nuevos juegos de forma regular, sin grandes huecos. Esto anima a los consumidores a seguir jugando de forma activa, mantiene la atención y estimula la continua venta de Nintendo Switch”.
El razonamiento de Kimishima es similar al de Satoru Iwata, expresidente de Nintendo, cuando habló sobre el aterrizaje de Wii U en 2012. “Nintendo tiende a publicar demasiados juegos en el lanzamiento de una nueva consola, provocando posteriormente un descenso de nuevos títulos, así que para la llegada de Wii U estamos siendo muy cautelosos con el objetivo de evitar esto”. Wii U se presentó en Europa con 23 juegos, dos de los cuales desarrollados por Nintendo (Nintendo Land y New Super Mario Bros. U).
No fue una estrategia que terminara de funcionar. Wii U finalizó su vida vendiendo menos de 14 millones de unidades y uno de los motivos fue la falta de software. Además de largos periodos sin juegos por parte de Nintendo, la consola tampoco consiguió el suficiente apoyo de las third-party. Después de su lanzamiento, Switch recibirá por parte de Nintendo, Mario Kart 8 Deluxe el 28 de abril, Splatoon 2 durante el verano y Super Mario Odyssey a finales de año.
Sin embargo, Tatsumi Kimishima se muestra eufórico con Nintendo Switch y se atreve a pronosticar que rendirá comercialmente a la altura de Wii, pues la nueva consola también ofrece una nueva forma de jugar. Wii llegó a vender 101 millones de unidades.