“Más allá de las limitaciones en la cadena de suministro, a Apple le preocupa que la situación actual reduzca de forma significativa el apetito de los consumidores por actualizar sus teléfonos, lo que podría dar pie a una fría recepción del primer iPhone 5G”, dice una de las fuentes consultadas por Nikkei. “Necesitan que el primer iPhone 5G sea un éxito”.
Actualmente Apple se encuentra monitorizando la evolución del brote de COVID-19 en Estados Unidos y Europa, dos de sus mercados más importantes y que en conjunto representan más de la mitad de las ventas del iPhone, para evaluar si es necesario o no retrasar unos meses el lanzamiento del primer iPhone 5G. Siguiendo las indicaciones del gobierno de California, la mayor parte de los empleados de Apple se encuentran trabajando desde casa y la decisión podría tomarse una vez que su actividad vuelva a la normalidad.
Una de las fuentes de Nikkei afirma que como muy tarde Apple tomará una decisión definitiva a finales de mayo. Independientemente de lo que pase con el primer iPhone 5G, cuyo módem estaría en manos de Qualcomm mientras Apple no consiga sacar adelante uno de propio, los planes de la compañía siguen contemplando la presentación de los iPhone 12 para septiembre de 2020. Los rumores afirman que los de Cupertino tienen la intención de mostrar hasta cuatro modelos del nuevo teléfono.
Otro de los informantes de Nikkei afirma que aún no se ha descartado que el primer iPhone con 5G esté disponible en otoño, pero también avisa de que en el peor de los casos el móvil podría retrasarse hasta el 2021. Apple no está en posición de perder demasiado tiempo, especialmente cuando sus dos principales rivales, Samsung y Huawei, ya han presentado smartphones con conexión 5G. También cuentan con un terminal 5G otros fabricantes como Xiaomi, LG, Oppo, Realme, Nokia o Vivo.