A pesar de que hablamos de un importe menor si tenemos en cuenta las cifras que manejan ambas compañías, para Apple este sería un movimiento muy importante desde el punto de vista estratégico y financiero. En caso de consumarse el acuerdo, los de Cupertino se ahorrarían años de desarrollo, ya que pasarían a controlar una considerable cartera de patentes y pondrían en nómina a un importante número de ingenieros que llevan mucho tiempo trabajando en la tecnología de los módems 5G. Además, a largo plazo podrían dejar de depender de Qualcomm.
Por parte de Intel, este acuerdo le permitiría deshacerse de un negocio que quiere disolver, que no ha cumplido con las expectativas y que según una fuente de The Wall Street Journal le cuesta unos 1.000 millones de dólares al año. Uno de los grandes objetivos de Intel era equipar con sus chips 5G a los próximos iPhones, pero Apple consideró que no era un proveedor fiable y decidió pedir perdón a Qualcomm para poder usar sus módems totalmente preparados para la telefonía móvil 5G. Intel abandonaría el negocio, pero seguirá apostando por el 5G para conectar sus dispositivos IoT.
Cualquier acuerdo con Intel no afectaría a corto plazo a la relación entre Apple y Qualcomm, que cerraron un contrato de licencia de patentes a nivel global de seis años de duración con opción de ampliarlo por dos más. Sin embargo, no trascendieron todos los pormenores del contrato, que también incluía poner fin a las escaramuzas legales entre ambas compañías.