Nagoshi explica que a principios de los 2000 Sega tenía dificultades a la hora de encontrar y lanzar juegos que vendieran bien en todo el mundo. La compañía quería desarrollar títulos para atraer a las masas y que "pudieran venderse a cualquiera y en cualquier parte", dice el creativo. Sin embargo, en opinión de Nagoshi esta no era la solución a los problemas de Sega debido a que muchas propuestas terminaban diluyéndose a medida que los productores adaptaban sus ideas a los deseos de la dirección. Yakuza se encontró con ese muro.
"Por supuesto, lo rechazaron de forma rotunda", dice Nagoshi sobre Yakuza. "A fin de cuentas, era todo lo contrario a lo que buscaban. Los niños no podían jugarlo y no estaba dirigido a las mujeres o al público internacional. No había forma de que se aprobase sin resistencia". Nagoshi tuvo que presentar el juego tres veces antes de que Sega cediese y decidiera dar luz verde a la primera entrega de Yakuza, que se terminaría poniendo a la venta en 2005 para PlayStation 2. Como se suele decir, el resto es historia.
Lo cierto es que Sega no se equivocaba en su primera valoración. Yakuza era un juego de nicho al que le costó mucho conquistar Occidente, en parte por la falta de traducción y los largos retrasos en la distribución en el mercado internacional. A día de hoy aún existen varias entregas que tienen subtítulos en español gracias a los jugadores y como ejemplo reciente tenemos la traducción de Yakuza Kiwami. A partir de Yakuza: Like a Dragon la cosa cambió, una situación similar a la vivida por Persona de Atlus con el lanzamiento de Persona 5 Royale.
Desde el lanzamiento del primer Yakuza en 2005 y hasta 2023 la saga había vendido 21,3 millones de unidades. La última entrega, Like a Dragon: Infinite Wealth (2024), consiguió despachar más de un millón de unidades en una semana, una cifra que sorprendió a Masayoshi Yokoyama, director de Ryu Ga Gotoku Studio. Siguiendo con el paralelismo con Persona, esta saga suma 22,6 millones de unidades y Persona 3 Reload lanzado el pasado febrero es el título más rápidamente vendido en la historia de Atlus con un millón de copias en una semana.