En su correo Spencer afirma que Sega cuenta con un catálogo de juegos equilibrado y con un atractivo global que ayudará a impulsar y expandir la audiencia de Game Pass en todo el mundo. Microsoft consideraba a Sega una compañía con propiedades intelectuales de alcance global y ponía especialmente en valor el contenido localizado, que en mercados como el asiático es “fundamental para el éxito”, le dijo Spancer a Nadella y Hood. Se desconoce si Spencer recibió luz verde, pero en abril de 2021 el nombre de Sega aparecía junto al de otras compañías en un documento interno sobre fusiones y adquisiciones.
En esta lista figuraban otras compañías que Microsoft estaba considerando adquirir para crecer en diferentes sectores y ampliar la audiencia de Game Pass. En el documento aparecen los nombres de Bungie (Destiny) e IO Interactive (Hitman), dos estudios a los que se valora por sus franquicias y experiencia; Thunderful, una compañía conocida por SteamWorld; y Supergiant Games, responsable de Hades. La tecnológica también tenía un ojo puesto en el móvil y apuntaba a Niantic (Pokémon Go) al que se le valora su tecnología; Playrix (Homescapes); y Zynga, un gigante del sector que compró Take Two por 12.700 millones de dólares.
No está claro hasta dónde llegó Microsoft para intentar adquirir estas compañías, pero ahora podemos confirmar que en abril de 2021 todas ellas estaban en la lista final de la compra. Ese mismo mes y año IO Interactive dijo que había recibido ofertas de compra “atractivas” cuando se separó de Square Enix, y poco después apareció el rumor de que trabajaba en un nuevo RPG de fantasía para Xbox. Sea como fuera, Microsoft se decantó por Activision Blizzard y ahora lucha en los tribunales para completar una operación valorada en 68.700 millones de dólares.
Pocos podían avanzar que el proceso de adquisición de Activision Blizzard iba a ser tan largo, y nos permitiría poner las narices en todo tipo de información confidencial y conversaciones privadas entre altos ejecutivos.