En su último informe anual Electronic Arts detalla que a marzo de 2023 contaba con una plantilla de 13.400 empleados, así que reducirla un 5 % significa que despedirá a unos 670 trabajadores. Si a esta cifra le sumamos los 900 despidos anunciados por PlayStation el pasado martes, en una semana la industria del videojuego ha perdido a más de 1.500 trabajadores. Estos se suman a los 1.900 de Activision Blizzard, ZeniMax y Xbox, los 530 de Riot Games o los 1.800 de Unity. En lo que llevamos de 2024 las reestructuraciones han afectado a unos 7.800 empleados.
La presentación que Electronic Arts ha hecho ante la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos detalla que el plan de reestructuración tendrá un coste de entre 125 y 168 millones de dólares. Esta es la segunda vez en un año que el editor ejecuta un movimiento como este. En marzo de 2023 anunció un recorte del 6 % de la plantilla (774 empleados).
La otra parte de la reestructuración de Electronic Arts está relacionada con los proyectos de desarrollo. En este sentido, el objetivo del editor es abandonar la creación de juegos con una propiedad intelectual licenciada, una decisión que según ha dicho un portavoz de Electronic Arts a GamesIndustry no pone en peligro los ya anunciados juegos para un jugador de Iron Man y Black Panther. El catálogo deportivo de EA Sports ya no usa la licencia de la FIFA, mientras que Codemasters tiene la del WRC y la F1.
Por otro lado, Respawn Entertainment anunció en 2022 tres juegos de Star Wars, incluyendo la secuela de Jedi: Fallen Order, un shooter en primer persona que podría estar protagonizado por un cazarrecompensas mandaloriano y un título de estrategia. Se desconoce por ahora si alguno de estos títulos es el proyecto cancelado.