La primera gran novedad de Anno 117: Pax Romana es que los jugadores asumirán el papel de un personaje, un gobernador recién nombrado por el emperador que tiene la tarea de liderar el Imperio Romano. La historia empezará en una humilde isla de la provincia de Lacio cuya capital es Roma. "El éxito no está garantizado ni para quienes sueñen con un bullicioso imperio comercial ni para quienes aspiren a grandes conquistas", dice el tráiler. "No hay dos ciudades iguales, ya que cada decisión que tomes dará forma a los asentamientos según tu filosofía".
Lo primero que deberán hacer los gobernantes es construir carreteras para conectar a la gente, y posteriormente ir a por los recursos naturales empezando por la madera con campamentos gestionados de forma sostenible para que el suministro sea constante. A la hora de diseñar carreteras e instalar almacenes se deberá tener en cuenta que una logística eficiente es esencial. Además de trabajo, a los ciudadanos hay que darles casas y mercados para impulsar la economía y el crecimiento demográfico, mientras que las tabernas mantienen alta la moral.
A medida que se satisfagan las necesidades del pueblo este evolucionará y abrirán nuevas industrias con las que acceder a nuevas oportunidades. Los recursos son vitales para hacer frente a los desafíos, y debido a que los territorios no siempre tienen acceso a todos los bienes que necesitan, el comercio supondrá un elemento clave para conseguir artículos de primera necesidad. Sin embargo, la cooperación puede ser una visión que no compartan otros gobernadores, y ante esta situación se puede probar de cambiar su opinión con diplomacia o someterlos con el dominio militar. Además, hay que defenderse de los piratas.
Si todo va según lo previsto y la ciudad prospera, las exigencias de la población aumentarán y exigirán lujo, ocio y cultura. Será entonces cuando tocará darles bibliotecas y escuelas que allanarán el camino hacia los avances tecnológicos, construir edificios de servicios públicos como casas de baños que mejoran la salud y levantar teatros que proporcionan felicidad. Estructuras como el Coliseo otorgan prestigio y el favor del emperador. Otra de las demandas del pueblo será la fe, y en este sentido creer en una deidad u otra asegura una serie de beneficios.
Por último, cuando toque expandirse los jugadores deberán valorar todas sus posibilidades, incluyendo tejer una red de comercio y alianzas o demostrar el dominio por la vía militar.
