Durante el primer trimestre entre PS4 y PS5 se despacharon 47,1 millones de juegos, 6,4 millones de los cuales fueron first-party. Estas cifras se comparan con las del mismo periodo del año anterior, cuando ambas consolas consiguieron colocar 63,6 millones de juegos, incluyendo los 10,5 millones first-party. Hablamos de un descenso interanual de las ventas de software del 25,5 % del que hay que culpar tanto a los juegos de PlayStation Studios como a los third-party. Por su parte, el ratio de ventas digitales pasó del 71 % al 79 %
En cuanto a PlayStation Plus, el servicio de suscripción subió hasta los 47,3 millones de clientes, un millón más que hace un año pero 100.000 menos que el trimestre pasado. Respecto a PlayStation Network, registró 102 millones de usuarios mensuales activos, la cifra más baja de los últimos dos años.
Estos números tienen consecuencias para la división Game & Network Services, que reportó unas ventas por valor de 604.100 millones de yenes (4.451 millones de euros), un 11,7 % menos que el año anterior. Sony no solo atribuye esta caída a la bajada del software propio y de terceros, sino que también habla de un descenso en la venta de DLC para juegos third-party. Además, la compañía no espera que esto sea puntual y ya ha revisado sus previsiones para indicar que avanza un descenso del beneficio anual del 16 % para PlayStation. Aquí también influyen los 3.600 millones que se pagarán por Bungie.
Lo que no ha cambiado son las previsiones de Sony respecto a las ventas de PS5. La compañía mantiene que cerrará el año fiscal, que va del 1 de abril de 2022 al 31 de marzo de 2023, despachando 18 millones de consolas de nueva generación, un 56 % más que en el año anterior. Aun así, no se espera que la demanda quede cubierta.