Según la consultoría IHS Markit, el coste de producir PlayStation 4 en 2013 fue de 381 dólares y la consola llegó a las tiendas por 399 dólares. Con un importe por unidad de 450 dólares y un margen bruto similar, el precio minorista de PlayStation 5 debería ser de unos 470 dólares. No es extraño que al inicio de una generación los fabricantes vendan su consola con pérdidas, pero Sony diseñó PlayStation 4 para que fuera rentable desde el primer día.
Dentro de Sony algunas personas sostienen que PS5 debería venderse con pérdidas si fuera necesario igualar el precio de Xbox Series X. Consideran que sería lo mejor para la plataforma, ya que el beneficio se encuentra en la venta de juegos y servicios en línea. Kenichiro Yoshida, director ejecutivo de Sony, comentó hace unos días que el negocio debe valorarse por la cantidad de usuarios activos y no por las consolas vendidas. Sin embargo, también los hay que prefieren que el hardware deje dinero en caja desde el primer día.
Según Bloomberg, la principal quebradero de cabeza de Sony es encontrar un suministro de DRAM y memoria flash confiable. Actualmente la demanda de ambos componentes es muy alta y una de las principales características de PlayStation 5 será una unidad SSD. A ello debemos sumarle una considerable cantidad de RAM, procesador y gráfica de AMD con soporte para trazado de rayos y el sistema de refrigeración entre otros componentes. No parece que se pueda sacar una consola económica con esta lista de la compra.
No es extraño que el precio de la DRAM y la memoria flash sea alto en estos momentos. Están llegando al mercado móviles con 512 GB de almacenamiento flash y hasta 16 GB de RAM como los nuevos Samsung Galaxy S20, mientras que tanto AMD como Nvidia se preparan para asaltar el mercado con su próxima generación de tarjetas gráficas Navi (RDNA2) y Ampere, respectivamente. Los mayores fabricantes de memorias, Micron, SK Hynix y Samsung, tienen sus fábricas fuera de China.
Sony puede esperar a comunicar el precio de venta de PlayStation 5, pero internamente su director financiero necesita hacer números y la decisión no puede alargarse demasiado más. Se desconoce por ahora si Microsoft está lidiando con los mismos problemas con Xbox Series X, cuyo precio podría quedar descubierto poco antes de que el E3 2020 abra sus puertas.