“El funcionamiento es simple. Steam VR mide la velocidad de la tarjeta gráfica y le dice a las aplicaciones que ajusten su resolución en función de la potencia de la GPU”, comenta un representante de Valve. “Actualmente hay muchos usuarios que no están utilizando todo el potencial de su tarjeta gráfica. Ahora estos jugadores verán cómo automáticamente sube la resolución de la aplicación para obtener una mejor y experiencia de realidad virtual”.
“Los usuarios que tienen una tarjeta gráfica que no puede procesar la resolución nativa del visor verán automáticamente las imágenes renderizadas a una resolución ligeramente inferior, más apropiada para la velocidad de su GPU”, dicen desde Valve. La opción de ajustar manualmente la resolución seguirá estando disponible.
Esta nueva herramienta tiene especial sentido ante la aparición de nuevos visores de realidad virtual como Vive Pro o Windows MR. Con SteamVR Auto-Resolution se podrá adquirir uno de estos dispositivos sin preocuparse de la tarjeta gráfica (siempre que sea VR Ready), ya que el sistema ajustará el rendimiento de la aplicación para obtener siempre la mejor experiencia aun cuando se use visor cuente con una resolución superior como los 2880 x 1600 (1400 x 1600 por ojo y 615 ppi) que promete Vive Pro.
“Esto es exactamente lo que han hecho la mayoría de los juegos de PC durante décadas para adaptarse a diferentes resoluciones de monitores y televisores”, comenta el representante de Valve. Ahora esta misma lógica se aplicará a SteamVR.