Para alcanzar la mencionada meta, la Comisión Europea propone la “Brújula Digital”, cuyas ambiciones giran en torno a cuatro puntos clave. Uno de los más llamativos es el tocante a las infraestructuras digitales, que tiene como objetivo alcanzar el 20 % de la producción de semiconductores del mundo y que todas las “zonas pobladas” tengan conectividad gigabit y estén servidas por redes 5G. El plan también contempla que Europa despliegue diez mil nodos externos seguros y climáticamente neutros y tenga su primer ordenador cuántico.
A día de hoy Europa representa el 10 % del mercado de fabricación de semiconductores y la UE no ha aclarado cómo piensa duplicar esta cifra en 10 años. Posiblemente su estrategia pasa por llegar a acuerdos con TSMC y Samsung, dos de los mayores fabricantes de semiconductores del mundo, para abrir o acondicionar fundiciones en nuestro territorio.
Los otros tres puntos que contempla la Brújula Digital para 2030 incluyen conseguir que al menos el 80 % de todos los adultos tenga competencias digitales básicas; la transformación digital de las empresas con un mayor uso de los servicios de computación en la nube e inteligencia artificial; y la digitalización de los servicios públicos. En este último apartado se pretende que “todos los servicios públicos clave deberían estar disponibles en línea” y que “todos los ciudadanos deberían tener acceso a su historial médico electrónico”.
Para financiar todos estos proyectos la Unión Europea confía en los 672.500 millones de euros en préstamos y subvenciones con el que se ha dotado el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, que tiene como objetivo apoyar las inversiones y reformas de los Estados miembros. Un 20 % de cada plan nacional deberá destinarse al gasto digital. Esta cantidad se sumará al componente digital del presupuesto europeo 2021-2027.
“Europa tiene una oportunidad única de reconstruirse mejor”, dice Ursula von der Leyen, presidente de la Comisión Europea. “Mediante el nuevo presupuesto plurianual y el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, hemos movilizado recursos sin precedentes para invertir en la transición digital. La pandemia ha puesto de manifiesto hasta qué punto las tecnologías y capacidades digitales son cruciales para trabajar, estudiar y mantenerse en contacto, y qué aspectos deberíamos mejorar”.