“Nuestro compromiso es que Game Pass esté disponible en la próxima generación”, dice Decker. “No es un experimento para la actual generación de consolas. Es un servicio con el que nuestros usuarios pueden contar para cualquier producto que presentemos en el futuro”. De momento esto solo confirma (por si hacía falta hacerlo) que Xbox Series X será una puerta de entrada a Game Pass, una iniciativa que desde el primer día brindará a la consola un catálogo compuesto por más de 100 juegos, incluyendo Grand Theft Auto V.
Decker revela que el usuario promedio de Xbox Game Pass muestra un mayor compromiso al jugar a un 40 % más de títulos y un 30 % más de géneros. Además, el directivo sostiene que no solo juegan a los juegos incluidos en el servicio, sino que también se interesan en los que no forman parte del catálogo. A modo de ejemplo, añade que cuando Minecraft para Xbox One se añadió al Game Pass la base de jugadores aumentó un 20 %. Pero el servicio no solo beneficia a los grandes estudios.
Durante la entrevista Decker también afirma que algunos juegos más pequeños han visto aumentar su base de usuarios en hasta 30 veces después de incorporarse al catálogo de Game Pass. El ejecutivo atribuye las métricas positivas de Game Pass por estar diseñado para ser una experiencia que reduce las barreras de entrada.
El futuro de Xbox Game Pass también pasa por el soporte para el servicio de juegos en streaming Project xCloud y el aterrizaje de decenas de títulos previstos para principios de 2020. Esta por ver qué pasará a largo plazo, ya que el deseo de Phil Spencer, máximo responsable de Xbox, es "llevar Game Pass a cualquier dispositivo en el que alguien quiera jugar".