“[Stadia Games and Entertainment] ha hecho un gran progreso construyendo un equipo diverso y talentoso y estableciendo una sólida línea de juegos exclusivos para Stadia”, dijo Phil Harrison en el correo electrónico enviado a los empleados. En el mismo mensaje el directivo prometía que pronto se ofrecerían noticias sobre la estrategia y los objetivos para Stadia en 2021. Sin embargo, el 1 de febrero, cinco días después de enviar el correo, el propio Harrison anunciaba la decisión de cerrar todos los estudios internos.
Kotaku añade que los empleados de Stadia Games and Entertainment se enteraron de la noticia prácticamente al mismo tiempo que el resto del mundo, a través de un comunicado interno y una conferencia. Harrison ofreció más explicaciones a los trabajadores de Stadia unos días después y también protagonizó una sesión de preguntas y respuestas donde la segunda parte no se cumplió, ya que los empleados no sacaron nada en claro. “[...] la gente solo quiere saber la verdad [...], una explicación de los jefes”, dice una fuente de Kotaku.
Entre los trabajadores de Stadia hay sorpresa y no se entiende qué pasó entre el correo electrónico que recibieron el 27 de enero diciendo que todo iba bien y el 1 de febrero cuando se anunció el cierre de los equipos. Tampoco se comprende por qué Google contrató a cientos de personas para levantar unos estudios first-party que desaparecieron menos de un año y medio después de su fundación. En este tiempo es imposible sacar adelante un juego desde cero.
Cuando Google anunció el cierre de los estudios internos de Stadia hizo referencia a los costes. “Crear los mejores juegos desde cero lleva muchos años y una inversión significativa, un coste que aumenta de forma exponencial”, dijo Phil Harrison. Según Kotaku, durante la sesión de preguntas y respuestas el ejecutivo señaló la oleada de compras protagonizada por Microsoft y la adquisición de Bethesda Software a cambio de 7.500 millones de dólares. Cada trimestre, Google y Microsoft ingresan un mínimo de 35.000 millones de dólares.