La expansión Burning Shores tiene lugar tras los hechos narrados en Horizon Forbidden West y lleva a Aloy hasta el sur de las Tierras del clan Tenakth, donde varios cientos de erupciones volcánicas y actividad sísmica han transformado las ruinas de Los Ángeles en un archipiélago. La ciudad está fracturada y cubierta por la vegetación. En este escenario posapocalíptico los jugadores encontrarán nuevas máquinas, un gran asentamiento de Quen que lucha por sobrevivir y un cielo que podrán explorar y conquistar a lomos de un Alasol.
Los Quen son una tribu de marineros que a diferencia de otros clanes ha levantado su sociedad en torno a su capacidad para usar el Foco, que les permite acceder y leer datos antiguos. Esta ventaja tecnológica les ha puesto por delante de otras tribus de su tierra natal y ha moldeado su cultura. Debido a la importancia que este conocimiento ha tenido en la creación de su imperio, una parte importante de su civilización se centra en la protección de los pocos Focos que posee la tribu. Los encargados de leer los datos son los oráculos, una clase de Quen muy apreciada.
Al igual que en el resto de territorios, en los últimos años el hogar de los Quen ha sufrido un desastre medioambiental. Para encontrar una solución la tribu decide enviar una expedición al antiguo centro tecnológico de San Francisco donde hay datos que podrían ser la clave para salvar sus tierras. La expedición se enfrentó a una serie de problemas y se encontró con Aloy. Al final de Forbidden West los Quen terminaron en las Orillas Ardientes y ahí formaron un asentamiento donde se pondrá en marcha la campaña de Burning Shores.
Para entrar en las Orillas Ardientes los jugadores tienen que completar la misión principal hasta Singularidad. Una vez cumplido este requisito, se recibirá una llamada en el Foco de Aloy que dará comienzo al contenido de Burning Shores.