Diablo IV detalla los sistemas de personalización que permitirán definir el aspecto del personaje y el estilo de juego

Benzo
Blizzard está amenizando la cuenta atrás hacia el lanzamiento de Diablo IV previsto para el 6 de junio con la serie de vídeos “Dentro del juego” donde diferentes desarrolladores hablan sobre los sistemas del juego. Primero fue el mundo de Santuario, hace unas semanas se abordó el endgame y hoy es el turno de echar un vistazo a la personalización, que se presenta como una piedra angular cuyos sistemas permitirán al jugador definir el aspecto del personaje, el estilo de juego, su equipo, el recorrido por la trama no lineal y cómo explora el mundo abierto.

“Queremos que [los jugadores] jueguen a su manera y decidan cómo configurar su personaje”, dice el diseñador de clases Adam Jackson. “Los sistemas se combinan para crear un personaje con un nivel de personalización inédito en la saga”, añade la productora jefe Melissa Corning.

Al igual que en cualquier juego de la saga, en Diablo IV todo empieza eligiendo una de las cinco clases disponibles: el bárbaro es un especialista en armas y representa el clásico luchador salvaje; el hechicero es un mago elemental que lucha a distancia; el pícaro tiene dos estilos de juego distintos (cuerpo a cuerpo y a distancia) e imbuye sus armas de energías elementales; el druida es un maestro de la magia de la naturaleza y una clase metamórfica cuyas diferentes formas (hombre oso u hombre lobo) cambian su aspecto y estilo de juego; y por último, el nigromante se sirve de los muertos y la magia de sangre o de hueso.


Después de elegir la clase toca personalizar personaje, un ejercicio que los jugadores ya han podido hacer durante la beta. Diablo IV permite ajustar el aspecto del nephalem de muchas formas e incluso hay peinados específicos de cada clase. Por otro lado, a medida que los jugadores consigan equipo sumarán más apariencias al sistema de transfiguración, que es el que permite dar a una pieza el aspecto de otra. Será difícil ver a dos personajes iguales. La personalización también será importante de cara a la monetización con el pase de temporada.

Respecto al estilo de juego, la filosofía de Diablo IV es “que la gente debe jugar como quiera”. Esto se aplica a todos los sistemas del juego, incluyendo el árbol de habilidades por el que se avanza a medida que se sube de nivel y seleccionan habilidades activas, pasivas o mejoras, y el panel de leyenda, que se activa una vez completado el árbol de habilidades para perfeccionar la configuración. El panel de leyenda es el que permitirá crear buids muy complejas y específicas. Ambos sistemas se suman a los objetos legendarios, que son piezas de equipo cuyo poder mejora o modifica habilidades. Este bonus se puede transferir a otras piezas, cosa que no es posible con los objetos únicos.

Por su parte, los diferentes artesanos del mundo de Santuario ofrecerán sus servicios para potenciar y mejorar el equipo y su poder. También será posible añadirle huecos para gemas