Según explica Spencer, la escasez de consolas no solo se debe a la falta de chips. Hay que tener en cuenta que para fabricar un dispositivo como Xbox Series se deben reunir muchos componentes que son aportados por diferentes fabricantes y debido a la demanda mundial muchos de ellos tienen problemas para satisfacer los pedidos. Toshiba, que se encarga de fabricar el chip regulador de potencia, un elemento básico que no requiere de tecnología avanzada, ya ha comentado que hasta finales de 2022 no podrá satisfacer la demanda.
“Cuando pienso sobre ello, en lo que significa obtener las piezas necesarias para crear una consola hoy en día y luego distribuirla a los mercados donde está la demanda, existen múltiples cuellos de botella a lo largo del proceso”, dice Spencer. “Lamentablemente, creo que esta situación [de escasez de consolas] nos acompañará durante meses y meses, definitivamente hasta finales de este año y el próximo. Lo peor es la decepción de los fans [...] Estamos trabajando duro para llevar las consolas al mercado, pero será un desafío en el que deberemos trabajar durante bastante tiempo”.
Sony, al igual que Microsoft y muchas otras compañías entre las que se incluyen toda la industria del automóvil, tienen problemas a la hora de obtener componentes. Sin embargo, esto no ha evitado que PS5 se haya convertido en la consola más rápidamente vendida en la historia de la compañía japonesa. Es más, Sony dice tener los componentes necesarios para producir 12 millones de PS5 y trabaja con la previsión de que la consola rompa el récord de ventas anual de PlayStation y consiga colocar 22,6 millones de unidades durante el actual año fiscal.
A pesar de los esfuerzos de Sony y Microsoft, la escasez de consolas continuará en 2022, año en el que se esperan lanzamientos como los de Redfall, Starfield, God of War Ragnarök y Horizon Forbidden West.