Sea of Thieves es un juego de aventuras de mundo compartido que permitirá vivir la experiencia de ser un pirata. Ambientado en un universo repleto de islas exóticas, los jugadores serán invitados a ponerse un parche en el ojo, una pata de palo, un loro en el hombro y surcar los mares solos o en grupo. Durante su travesía se encontrarán con tripulaciones controladas por otros jugadores pueden ser amigos o enemigos.
Una de las principales ocupaciones en Sea of Thieves es salir en busca de tesoros, ya sea resolviendo acertijos, derrotando a monstruos y criaturas o asaltando tripulaciones rivales. Unas travesías que empezarán con un mapa, una brújula y muchas ganas de explorar. Tampoco hay que descuidar la tripulación, que deberá aprender a manejar el timón, la navegación, las velas y el arte del combate con cañón, trabuco y sable. También se recomienda estar preparado para reparaciones de emergencia o achicar agua.
El visionado de Black Sails podría ser una ventaja en Sea of Thieves
En Sea of Thieves se empezará como un viajero más, pero se podrá forjar una identidad y aumentar la reputación derrotando a otros piratas, asaltando fortines o buscando y encontrando tesoros. Cuantas más travesías se completen más recompensas y fama, una arma de doble filo que permitirá ascender para conseguir tareas más complicadas y títulos pero que también atraerá las miradas de otros piratas.
Microsoft y Rare prometen que Sea of Thieves crecerá y evolucionará con el tiempo. La previsión es que periódicamente se añada nuevo contenido “para asegurar una experiencia nueva y apasionante cada vez que leves anclas”. Además de despacharse en tiendas en formato físico y formar parte del catálogo de Xbox Game Pass, Sea of Thieves se vende en un pack junto a una Xbox One S de 1TB de almacenamiento por 299,99 euros.