Tencent adquiere una participación mayoritaria de Klei Entertainment, responsable de Don’t Starve y Mark of the Ninja

Benzo
La cartera sin fondo de Tencent se abre de nuevo y en esta ocasión el equipo de desarrollo que se ha rendido a sus encantos ha sido Klei Entertainment, estudio responsable de Don’t Starve, Oxygen Not Included, Mark of the Ninja y Hot Lava. El montante de la operación no ha trascendido, pero desde ahora el gigante chino es el propietario de una participación mayoritaria del desarrollador canadiense afincado en Vancouver.

Jaime “Bigfoot” Cheng, fundador de Klei Entertainment, ha publicado un mensaje en los foros de la compañía donde afirma que a pesar de la compra por parte de Tencent el equipo mantendrá una “autonomía total” sobre la creatividad y el día a día del estudio. El directivo y desarrollador sostiene que los únicos cambios serán contables. “Más allá de eso, seguiré dirigiendo el estudio como hasta ahora, sin modificaciones en la plantilla, proyectos u otras operaciones”, dice Cheng.

En su mensaje a la comunidad, Cheng afirma que esta asociación con Tencent permitirá a Klei Entertainment moverse mejor por una industria cambiante y “nos ayudará a centrarnos en lo que mejor hacemos: crear experiencias únicas como nadie más sabe”. No es la primera vez que Tencent llama a la puerta de Klei Entertainment, pues el gigante chino ya fue el responsable de distribuir en su mercado Don't Starve Together y se encargó del desarrollo de Don't Starve: Newhome para móviles.

¿Por qué Tencent? Cheng afirma que después de analizar muchas empresas llegaron a la conclusión de que Tencent “es la única compañía que nos permitirá mantener el nivel de control que exigimos”. Esta autonomía es la razón que han dado no pocos desarrolladores para aceptar el dinero de Tencent, que durante el 2020 invirtió o adquirió un total de 31 estudios de desarrollo dedicados a los videojuegos.

Entre los últimos y más sonados movimientos de Tencent tenemos la compra de Leyou Technologies propietaria del juego Warframe y estudios como Splash Damage, por la que pagó poco más de 1.000 millones de euros. Durante el año pasado el gigante chino también se hizo con una parte de PlatinumGames (Bayonetta, Nier: Automata) y la totalidad de Funcom (Conan Exiles).