En uno de los documentos se revela que Google abordó a Epic Games para evaluar si la compañía estaba interesada en un acuerdo especial para rebajar un 5 % la comisión de la Play Store, de tal forma que la tecnológica se quedaría un 25 % de los ingresos en lugar del habitual 30 %. Google reconoció que Epic Games podría declinar oferta y “como potencial alternativa” un alto ejecutivo propuso acercarse a Tencent. En 2012 Tencent compró el 40 % de Epic Games, pero el accionista mayoritario sigue siendo Tim Sweeney, el fundador.
El plan de Google tenía dos puntos, comprar acciones de Epic Games a Tencent para tener más control sobre Epic Games o unirse a Tencent para adquirir el 100 % de Epic Games. En los dos escenarios nos encontramos ante un intento de compra hostil, que en caso de haber contado con el beneplácito de Tencent habría sido coordinado y multinacional. Como mínimo así es como lo ha descrito el propio Tim Sweeney en su cuenta personal de Twitter.
Tencent es una compañía que tiene un sillón en la junta de prácticamente todas las grandes compañías de videojuegos del mundo, incluyendo Activision Blizzard y Ubisoft. También tiene participaciones minoritarias en desarrolladores como PlatinumGames, Remedy, Epic Games, Paradox Interactive y Dontnod Entertainment, mientras que son de su propiedad estudios tan conocidos como Riot Games (League of Legends), Supercell (Clash of Clans) y Grinding Gear Games (Path of Exile). Recientemente se ha hecho con Sumo Digital.
Actualmente Epic Games tiene una valoración de 28.700 millones de dólares. Es mucho dinero, pero posiblemente es una inversión que Google y Tencent pueden afrontar sin problemas. Sin embargo, nunca sabremos si Tencent se hubiera querido meter en este embrollo, y en caso de que así fuera podemos dar por seguro que Tim Sweeney se hubiera defendido como gato panza arriba. Además, en el accionariado de Epic Games también tenemos a Sony y Disney.