Riot Games pagará 10 millones de dólares para poner fin a una demanda colectiva por discriminación de género

Benzo
Riot Games, desarrollador de League of Legends y filial de Tencent, ha aceptado pagar 10 millones de dólares para poner fin a una demanda colectiva que empleadas y exempleadas de la compañía había presentado por discriminación de género. La batalla legal empezó en noviembre de 2018, cuando dos trabajadoras denunciaron a la compañía afirmando que habían sido víctimas de acoso sexual y discriminación de género.

Se calcula que tendrán derecho a una compensación económica aproximadamente 1.000 mujeres, que entre noviembre de 2014 y hasta la firma del acuerdo han trabajado para el equipo de desarrollo. La cantidad abonada a cada una de ellas se determinará en función del tiempo de trabajo dentro de Riot Games y de si eran o no empleadas a tiempo completo. Ryan Saba, abogado de las demandantes, ha mostrado su agrado con el acuerdo, mientras que desde el estudio se expresa satisfacción por poner fin a la demanda colectiva.

La raíz de las demandas que recibió Riot Games en noviembre de 2018 se encuentra en un artículo de investigación publicado por Kotaku ese mismo año. El reportaje descubrió que dentro del estudio imperaba una cultura sexista y machista, donde el bros before hoes (los amigos antes que las 'mujeres') estaba completamente arraigado. En definitiva, los 28 testimonios recogidos por Kotaku describen a la Riot Games de 2018 como un lugar donde las mujeres eran acosadas y tratadas de forma injusta.

Desde la aparición del reportaje Riot Games mostró su intención de cambiar su cultura sexista, pero intentó resolver la demanda colectiva mediante un arbitraje legal, un proceso que a menudo es más favorable para la empresa. En consecuencia, la compañía sufrió una huelga en la primavera de 2019. En agosto la filial de Tencent anunció “cambios significativos en la cultura corporativa” y nombró a una directora de diversidad. También confirmó que estaba trabajando en resolver la demanda colectiva. Hoy finalmente lo ha hecho.

Riot Games cuenta con una plantilla de unos 2.500 empleados en oficinas repartidas por todo el mundo y se calcula que en 2018 facturó unos 1.400 millones de dólares.