Según esta investigación, el 70 % de los remakes lanzados entre 11 y 15 años después del juego original consiguió vender más de 2 millones de copias, un porcentaje que sube al 80 % cuando se trata de remakes de títulos con una antigüedad de entre 16 y 20 años. En cambio, solo el 32 % de los remakes de juegos de entre 21 y 25 años ha alcanzado los dos millones de unidades despachadas. El análisis indica que estos números se explican debido a que los remakes tienen éxito cuando existen grandes avances a nivel de hardware y software, que permiten ofrecer mejoras significativas y resolver los puntos más flojos de los juegos originales.
Respecto a los remakes de juegos lanzados menos de diez años después, solo dos han superado los dos millones de unidades: Odin Sphere: Leifthrasir en 2016 y The Last of Us Parte I en 2022. El informe aconseja que a la hora de hacer un remake de un juego que tiene menos de una década los desarrolladores deben determinar si presentará un valor añadido suficiente para los jugadores que justifique el precio de compra. Entre los factores a tener en cuenta que menciona el análisis están la vigencia del juego original en la actualidad, la relevancia del género, la competencia moderna y las nuevas tecnologías disponibles.
Por el contrario, poner a la venta remakes de juegos lanzados hace más de dos décadas conlleva varios riesgos debido a que pueden tener más dificultades para competir con los títulos actuales que cuentan con una jugabilidad moderna. Estos remakes apelan a la nostalgia, pero según el informe su capacidad de atracción es baja y terminan posicionados como juegos reto, una categoría de nicho.
En cuanto a los remasters, los datos sostienen que la inmensa mayoría de los que tienen un éxito comercial se ponen a la venta menos de cinco años después del juego original. Esto se debe en gran medida a que las remasterizaciones coinciden con la llegada de una nueva generación, lo que permite mejorar el aspecto visual de un título lanzado recientemente. El informe detalla que esta situación se vivió con el paso a PlayStation 4 y Xbox One, cuando las remasterizaciones de Grand Theft Auto V y The Last of Us experimentaron fuertes ventas.