Durante la declaración de Ryan, el abogado de Microsoft le ha preguntado por los comentarios que hizo a los inversores en una reunión que tuvo lugar a principios de 2022, aproximadamente un mes después del acuerdo de compra entre Microsoft y Activision Blizzard. Ryan les dijo a los inversores que la operación había sido impulsada por Game Pass, y añadió que “ha hablado con todos los editores y por unanimidad no les gusta Game Pass por su valor destructivo”. Cuando el abogado le resalta el término unanimidad, Ryan dice que habla con editores todo el tiempo y que esa postura está “muy extendida” desde hace tiempo.
Lo cierto es que ningún editor está obligado a poner sus juegos en Game Pass y hay compañías que tienen servicios propios similares como Electronic Arts y Ubisoft, dos de los third-party más grandes de la industria. Microsoft ha reconocido que Game Pass es un servicio que canibaliza la venta de juegos, pero defiende la compensación financiera que reciben los desarrolladores. No hace mucho la tecnológica dijo que el número de interesados en trabajar con Game Pass crece.
No sabemos con qué editores ha hablado Ryan, pero sí que podemos afirmar que Sony nunca ha visto con buenos ojos a Game Pass, un servicio que a su juicio “no tiene ningún sentido” financiero para PlayStation. La compañía japonesa también ha dicho que si los juegos first-party estuvieron disponibles desde el primer día en PlayStation Plus, su calidad se resentiría. Hace pocos días Sony comentó que la estrategia de lanzamientos prémium funciona, así que no tiene intención de cambiarla.
Respecto a la viabilidad económica de Game Pass que Ryan pone en duda, Microsoft ha dicho en más de una ocasión que se trata de un servicio rentable. Prácticamente cada vez que la tecnológica presenta resultados financieros cita a Game Pass como uno de los motores de crecimiento de Xbox, mientras que Phil Spencer y la propia compañía han comentado varias veces que se trata de un servicio rentable, sostenible y en crecimiento.
No sabemos cuántos usuarios tiene actualmente Game Pass, pero en enero de 2022 eran 25 millones. A partir del 6 de julio Xbox Game Pass Ultimate subirá dos euros su precio y pasará a costar 14,99 euros, mientras que Game Pass para consola aumentará la tarifa un euro y se quedará en 10,99 euros.