De todos los equipos que ha comprado Embracer Group el más conocido es Flying Wild Hog, el estudio de desarrollo polaco responsable de Shadow Warrior y Hard Reset por el que ha pagado 115,4 millones de euros. La adquisición, que incluye los tres estudios con sede en Varsovia, Rzeszów y Cracovia que suman un total de más de 260 empleados, “enfatiza la ambición de crecimiento de Koch Media como líder de juegos a nivel mundial”, dice la compañía. Flying Wild Hog seguirá operando de forma independiente.
Los otros diez equipos de desarrollo que ha comprado Embracer Group son:
34BigThings: estudio de desarrollo italiano responsable de Redout
A Thinking Ape Entertainment: desarrollador de juegos para móviles con base en Vancouver, Canadá
Coffee Stain North: equipo colaborador de Coffee Stain Studios (Goat Simulator) y desarrollador de A Story About My Uncle
IUGO Mobile Entertainment: desarrollador canadiense especializado en juegos para móviles y responsable de PvPets: Tank Battle Royale y The Walking Dead: Road to Survival
Mad Head Games: equipo serbio con base en Belgrado y desarrollador de Mystery Case Files y Dark Parables
Nimble Giant Entertainment: desarrollador de Quantum League
Purple Lamp Studios: equipo responsable de SpongeBob SquarePants: Battle for Bikini Bottom - Rehydrated
Silent Games: estudio de desarrollo británico cuyo primer juego estará disponible en 2023
Snapshot Games: desarrollador fundado por Julian Gollop y responsable de Phoenix Point
Zen Studios: equipo con base en Budapest y responsable de Operencia: The Stolen Sun y la serie Pinball FX
Con estas trece adquisiciones Embracer Group añade a su plantilla 1.013 empleados que se suman a los 4.445 que ya tiene la compañía. En el pasado este holding sueco también ha sido noticia por la compra de 4A Games (Metro), Saber Interactive, Tarsier Studios (Little Nightmares) y Warhorse Studios (Kingdom Come: Deliverance). En total, Embracer Group tiene 46 estudios de desarrollo interno que suman más de 4.000 desarrolladores repartidos por más de 40 países.