En Crusader Kings III, los jugadores deben elegir una casa real o noble de varios reinos en un mapa que se extiende desde Islandia hasta la India y desde Círculo Polar Ártico hasta África Central. El objetivo es establecer y proteger a una dinastía a través de los siglos, garantizando la seguridad y el poder de cada nueva generación a la vez que se controlan a los personajes y sus herederos, cuyas tierras, títulos y gloria deben ser preservados. Cómo hacerlo depende de cada uno. La guerra, el espionaje, la diplomacia y la religión son frentes disponibles y activos.
“Sé un rey piadoso para llevar los poderes religiosos a tu lado, o ponte en marcha por tu cuenta, diseñando tu propia religión y ganando fama o condenación eterna. Caballeros, revueltas campesinas, peregrinaciones, asaltantes vikingos... experimenta el drama y el espectáculo de la Edad Media”, dice Paradox Interactive sobre Crusader Kings III.
En consolas, Crusader Kings III presenta una interfaz y un esquema de control adaptados específicamente a las pantallas más grandes y a los mandos. El nuevo mapa de control permite a los jugadores navegar rápida y fácilmente por los menús del juego, a través de los gatillos, los bumpers y los movimientos del stick analógico. En PS5, el título hace uso de las funciones del mando DualSense incluyendo la retroalimentación háptica y los gatillos adaptativos, mientras que en Xbox Series es posible alternar el juego y otras aplicaciones.
Los jugadores más entusiastas se pueden hacer con Crusader Kings III: Royal Edition, que por 74,99 euros incluye acceso al paso de expansión. En PC ya se han entregado dos contenidos adicionales: Northern Lords y Royal Court.