Yves Guillemot ha dibujado una estrategia que pasa por centrarse en “nuestras mayores oportunidades de crecimiento” y reasignar recursos, lo que dará como resultado un notable aumento en el número de desarrolladores que trabajan en la franquicia Assassin’s Creed, que es sin duda alguna la propiedad intelectual estrella de la compañía. Actualmente Ubisoft tiene unos 2.000 empleados implicados en diferentes proyectos de Assassin’s Creed y el objetivo en los próximos años es aumentar este número un 40 % hasta llegar a los 2.800 personas. Esta meta se logrará con reasignaciones de personal de otras franquicias.
Si nos fijamos en los números de Assassin's Creed Valhalla, la última entrega de la saga, la decisión de Ubisoft no debería sorprender. Hasta la fecha y con una base comparable, Valhalla ha conseguido registrar un 44 % más jugadores que Assassin's Creed Origins y un 19 % más que Assassin's Creed Odyssey. Además, los ingresos obtenidos por cada jugador de Valhalla son un 82 % y un 62 % más altos que los de Origins y Odyssey, respectivamente. Durante el último año fiscal la franquicia Assassin’s Creed registró un número récord de usuarios activos.
Ubisoft se encuentra trabajando en una plataforma llamada Infinity que pretende ser el punto de entrada para todas las entregas de Assassin’s Creed. Actualmente la compañía trabaja en estos cinco juegos de la franquicia:
- Assassin’s Creed Mirage: un título ambientado en Bagdad que promete devolver la saga a sus raíces. Disponible en 2023.
- Assassin’s Creed codename Red: un RPG de mundo abierto ambientado en el Japón feudal.
- Assassin’s Creed codename Hexe: una entrega ambientada durante los juicios de brujas en el Sacro Imperio Romano Germánico.
- Assassin’s Creed codename Jade: una entrega de mundo abierto y para móviles ambientada en la antigua China
- Assassin’s Creed codename Invictus: un título centrado en el multijugador
efiant y un juego aún no anunciado.