Xbox Series X equipará un procesador AMD Zen 2 personalizado con 8 núcleos a 3,8 GHz (3,66 GHz con SMT), así como una tarjeta gráfica RDNA 2 también personalizada con 12 teraflops y 52 CUs (unidades de cómputo) a 1.825 GHz. Todo fabricado siguiendo un proceso de 7 nm Enhanced y embebido en un chip de 360.45 mm2. Acompañan 16 GB de memoria GDDR6, una unidad de almacenamiento interno SSD NVME de 1 TB y un lector 4K UHD Blu-ray. La consola pesa 4,4 kg.
Los desarrolladores podrán usar la memoria de Xbox Series X de dos maneras: 10 GB son de memoria rápida a 560 GB/s, mientras que los 6 GB restantes son estándar y funcionan a 336 GB/s. De la memoria estándar, 2,5 GB están reservados para el sistema operativo de la consola. En cuanto al almacenamiento, se puede ampliar mediante tarjetas de expansión de 1 TB que se colocan en la parte trasera de Xbox Series X o haciendo uso de uno de los tres puertos USB 3.2 para conectar un disco duro externo.
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El objetivo de Microsoft es que Xbox Series X pueda ejecutar los juegos a 4K y 60 FPS “sin compromisos” y llegar a hasta los 120 FPS. En cualquier caso, los desarrolladores serán quienes tengan la última palabra a la hora de decidir cómo se muestran sus juegos. “No solo se trata de hacer que los videojuegos se vean mejor, sino que se jueguen mejor”, asegura el fabricante.
Xbox Series X: Velocidad y latencia
Comparativa de los tiempos de carga entre Xbox One X y Xbox Series X
Para mejorar los tiempos de carga y velocidad de Xbox Series X, Microsoft acompaña el almacenamiento interno SSD NVME con Xbox Velocity Architecture. “Si el CPU es el cerebro de nuestra consola y el GPU su corazón, entonces la Xbox Velocity Architecture de Xbox es su alma”, dice Andrew Goossen, miembro del equipo técnico de Xbox Series X.
“La Xbox Velocity Architecture de Xbox es mucho más rápida que las versiones anteriores. Es una de las partes más innovadoras de nuestra nueva consola. Se trata de revolucionar la manera en la que los videojuegos pueden crear mundos más grandes e inmersivos”, añade Goossen. Los títulos que más se beneficiarán de esta arquitectura son los de mundo abierto como Red Dead Redemption 2. No solo se trata de hacer escenarios más grandes, dinámicos y ricos, con la nueva tecnología también se eliminan los tiempos de carga
Además de la velocidad, Xbox Series X pone especial atención a la latencia. El equipo responsable de la consola observó con detenimiento todo el canal de entrada (del mando a la consola y de esta a la pantalla) con el objetivo de identificar las oportunidades para disminuir la latencia. En base a este análisis se desarrollaron e integraron tecnologías como Dynamic Latency Input (DLI) que sincroniza los datos de entrada con lo que se muestra en pantalla o la tasa de actualización variable (VRR).
Tarjetas de expansión para ampliar el almacenamiento interno de Xbox Series X