Corría marzo de 2009 cuando la Comisión Europea castigó a Intel con la que hasta ese entonces era la sanción económica más grande de su historia:
1.060 millones de euros. Esta multa quería reflejar el impacto económico y los daños causados por el fabricante estadounidense al alcanzar acuerdos de descuento a cuatro fabricantes de ordenadores (Dell, Lenovo, HP y NEC) para que utilizaran sus procesadores y no los de AMD.
Doce años después, el Tribunal General de la Unión Europea ha anulado dicha sanción. Según señala la nota de prensa emitida por el TGUE (
PDF), en el momento de multar a Intel…