Según explica El País, los tres jóvenes de 22 años acusados han comparecido a través de videoconferencia ante la sección segunda de la Audiencia Provincial de Palma y todos ellos han reconocido su culpabilidad y han sido condenados por un delito de estafa agravada con circunstancia atenuante. La condena ha sido mitigada gracias a que han reparado el daño tras devolver a Amazon los 350.000 euros que defraudaron con las devoluciones falsas. Parte del dinero había sido convertido en bitcoins y para fortuna de los jóvenes el juzgado de instrucción lo cambió a euros antes de la gran caída del mercado de las criptomonedas.
La estafa que urdieron los tres condenados fue posible gracias a la laxa política de reclamaciones de Amazon, que también explica una buena parte de su éxito. Los jóvenes usaron el modus operandi anteriormente descrito más de 200 veces y obtuvieron más de 350.000 euros hasta que Amazon detectó el fraude y se puso en contacto con la Policía Nacional. Inicialmente Amazon se personó en el caso como acusación particular, pero se retiró de la causa después de obtener la devolución íntegra del importe defraudado.
La Fiscalía siguió con el caso y acusó a los tres jóvenes de pertenencia a organización criminal, blanqueo de capitales y estafa agravada. Sin embargo, tras alcanzar un acuerdo de conformidad con el abogado de los acusados, estos han sido condenados a 12 meses de cárcel cada uno y una multa de 1.080 euros. Según El País, uno de los jóvenes “se ha ofrecido a Amazon para trabajar con ellos y ayudar a la empresa a reparar las brechas en sus sistemas de seguridad”. Lo cierto es que no es un caso nuevo para Amazon, que en 2017 recuperó 1,2 millones de dólares que una pareja estadounidense le había estafado con reclamaciones falsas.