Motoi Okamoto empieza explicando que uno de los objetivos principales del remake es “conservar la ambientación que hizo Silent Hill 2 tan excepcional, además de modernizar muchos aspectos de la jugabilidad”. El proyecto es responsabilidad de Bloober Team, que trabaja codo con codo con los creadores originales, incluidos el compositor Akira Yamaoka y el diseñador Masahiro Ito, “para asegurarnos de mantener intacta la esencia única de Silent Hill”. Uno de los nuevos elementos que se muestra en el tráiler de presentación es la adopción de una cámara por encima del hombro.
“Con esta modificación, queremos que los jugadores se sumerjan aún más en el juego, que sientan que forman parte de este mundo irreal y que disfruten de una experiencia más visceral en general”, dice Okamoto. Este cambio es el que ha motivado la reconstrucción del sistema de combate y determinadas secuencias. “Ahora que básicamente se puede ver lo que ve James, hemos logrado encontrar nuevas formas de mantener al jugador en vilo”, añade el productor.
Silent Hill 2 es un remake que actualiza la experiencia visual al completo haciendo uso de Unreal Engine 5. “El juego deleitará a los jugadores a nivel visual, auditivo y sensorial”, asegura Okamoto. Bloober Team sacará provecho de las dos principales novedades del motor gráfico: Lumen y Nanite. Lumen es una solución de iluminación global dinámica que reacciona a los cambios de escena y luz, mientras que la geometría de micropolígono virtualizada de Nanite permite a los artistas crear entornos más detallados y realistas.
Como cualquier otro juego de PS5, el remake de Silent Hill sacará partido de las capacidades de audio 3D de la consola y las funciones del mando DualSense.