El smurfing no es una forma tradicional de hacer trampa, pero es una práctica igualmente censurable contra la que se debe luchar para que todo el mundo, especialmente los nuevos jugadores, tengan una experiencia satisfactoria. “Las cuentas de smurf son las cuentas alternativas que los jugadores usan para evitar jugar en el nivel de MMR que les corresponde, para abandonar partidas, para hacer trampas, para molestar o para tener cualquier otro comportamiento tóxico sin consecuencias”, explica Valve. Debido a que detrás de una cuenta smurf siempre hay una de principal, Valve avisa que a partir de ahora también irá a por ellas.
“Además, hemos rastreado cada una de esas cuentas y hemos encontrado las cuentas principales correspondientes”, avisa Valve. “De ahora en adelante, las cuentas principales asociadas con cuentas de smurf podrán recibir una amplia gama de castigos, desde ajustes temporales de las puntuaciones de comportamiento hasta bloqueos permanentes”. La compañía insiste en que “Dota es uno de esos juegos que se disfruta cuando se juega en igualdad de condiciones”, y recuerda que recientemente ha puesto en marcha un nuevo sistema de denuncias y puntuación del comportamiento para que los usuarios puedan juzgar mejor.
Todas las compañías que tienen un juego multijugador popular luchan contra los tramposos de forma discreta, pero de vez en cuando alzan la voz y comunican sus medidas para mandar un mensaje en dos direcciones. A los fulleros les dicen que van a por ellos, mientras que al resto de usuarios les hacen saber que la lucha contra estos embusteros siempre está activa. Estas medidas no se limitan a echar a los tramposos. Por ejemplo, Ubisoft añade latencia adicional a los spoofers para penalizar a los jugadores que engañan al sistema para usar teclado y ratón en consolas.