Oficialmente, el objetivo del gobierno liderado por Xi Jinping es combatir la adicción a los juegos online entre los adolescentes. Hace pocas semanas en un medio estatal se publicó un artículo donde se criticaba a la industria del videojuego y se hablaba de los videojuegos como el “opio del pueblo”. Posteriormente estas palabras fueron eliminadas y se puso de relieve que se trataba de un artículo de opinión. A pesar de ello y visto en retrospectiva, el aviso a navegantes por parte del gobierno ya se había lanzado.
Más allá del control que China quiera imponer sobre sus ciudadanos, menores de edad en este caso, nos encontramos ante una guerra de mayor alcance. Hace tiempo que el gobierno chino está tratando de poner en vereda a gigantes tecnológicos como Tencent, NetEase y Bilibili, que son los mismos que controlan las plataformas por donde corren los juegos online. Por ejemplo, Tencent es el responsable de League of Legends y Arena of Valor, mientras que NetEase gestiona World of Warcraft y (cuando salga) Diablo Immortal.
Hay que tener en cuenta que las compañías tienen (por imposición) sistemas de registro por nombre real y clasificación por edad, así que la opción de engañar a la plataforma es remota.
Se calcula que en China hay alrededor de 110 millones de menores que juegan cada día a títulos online, un número menor en un país con 1.000 millones de internautas. Por ejemplo, para Tencent los jugadores menores de 16 años representan cerca del 2,6 % del gasto total de los usuarios. En otras palabras, esto significa que el efecto a corto plazo de estas nuevas medidas regulatorias será pequeño, pero a largo plazo podría causar una importante y gradual erosión en la base de jugadores.
¿Le importa al resto del mundo que China limite el juego online a los menores de edad? A la industria del videojuego sí. Debido a la imposición de estas restricciones (y para cubrirse por lo que pueda pasar en el futuro) compañías como NetEase y especialmente Tencent están buscando crecer fuera de su país, y lo hacen comprando compañías (de forma total o parcial) y formando nuevos equipos de desarrollo internacionales.