La presentación de PS5 Pro a cargo del ingeniero Mark Cerny nos descubrió una consola cuya apuesta pasa por el llamado "big three". La trinidad está compuesta por una GPU mejorada que promete un renderizado hasta un 45 % más rápido; un trazado de rayos avanzado para proporcionar un reflejo y una refracción de la luz más dinámicos; y PlayStation Spectral Super Resolution (PSSR), una tecnología de escalado de resolución basada en el aprendizaje automático. El PSSR es un elemento especialmente importante, pues muchos consideran que este tipo de soluciones que hacen uso de la IA para añadir detalles a la imagen son el futuro.
El objetivo de PS5 Pro es ofrecer a los jugadores lo mejor de los modos rendimiento y fidelidad que suelen tener los juegos. La idea es hacerlo sin sacrificios a la vez que se alcanzan los 4K y 60 FPS, una promesa que a más de uno le sonará, pero cada equipo de desarrollo saca partido al nuevo hardware como quiere (o puede), mientras que Sony reparte el sello "Mejorado para PS5 Pro" con bastante alegría. A grandes rasgos, el modo fidelidad de PS5 Pro busca ejecutar el juego con trazado de rayos y mayor resolución, mientras que el modo rendimiento apunta a los 60 FPS. Asimismo, hay juegos con un único modo que reúne lo mejor de ambos.
A día de hoy hay más de 50 juegos con actualización para PS5 Pro. En la lista tenemos a Diablo IV, Black Ops 6, Alan Wake 2, Demon's Souls, Dragon’s Dogma 2, Fortnite, Final Fantasy VII Rebirth, God of War Ragnarok, Hogwarts Legacy, Lies of P, Horizon Forbidden West, las tres entregas de Marvel’s Spider-Man, Ratchet & Clank: Rift Apart,Star Wars: Jedi Survivor o The Last of Us Part I y Part II. La lista completa la encontraréis aquí. Para saber cómo estos juegos mejoran su fidelidad y rendimiento en PS5 Pro lo mejor será mirar las notas del parche cuando descarguéis la correspondiente actualización.
Entre las mejoras de PS5 Pro también encontramos PS5 Pro Game Boost, que según Sony "puede estabilizar o mejorar el rendimiento de los juegos compatibles de PS4 y PS5". A nivel de hardware, debemos sumar un SSD de 2 TB, Wi-Fi 7 y 2 GB de DDR5 que posiblemente están destinados al sistema operativo. Esto permite dejar los 16 GB GDDR6 para los juegos. Lo que no hay es un lector de discos. PS5 Pro es una consola digital y aquellos que quieran acoplar una unidad de disco deberán abonar 119 euros. Es decir, 918 euros por una PS5 Pro con lector.
El soporte vertical se cobra aparte y son 29,99 euros.
Salvo sorpresas, el lanzamiento de PS5 Pro será el último de una consola de la actual generación. El ecosistema de PS5 ya se ha ampliado con PS VR2, PlayStation Portal y el mando DualSense Edge, mientras que Microsoft sigue con Xbox Series S y Xbox Series X, dos modelos que recientemente han recibido nuevas versiones. En el terreno del hardware todos los ojos están puestos en Nintendo, que el próximo año presentará (y posiblemente iniciará) su nueva generación con una consola que será retrocompatible con los juegos de Switch.