La columna vertebral de Christine es una torre llena de ranuras en las que se instalan los módulos que el usuario desee, pudiendo añadir tarjetas gráficas, procesadores, unidades ópticas, memoria RAM o más almacenamiento. Cada módulo es independiente y autónomo, su instalación es rápida, sencilla e intuitiva y su configuración y sincronización automáticas. Todos los módulos incluyen refrigeración líquida, cancelación de ruido y no necesitan ningún cable.
Por el momento el Proyecto Christine es una prueba de concepto y el sistema mostrado un prototipo que podría no llegar al mercado. La decisión de si el Christine sale adelante o no dependerá de la reacción que tenga el público ante la presentación del proyecto.