La Biblioteca Nacional de España quiere conservar el patrimonio digital incluyendo los videojuegos

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La tricentenaria Biblioteca Nacional de España, un organismo encargado del depósito del patrimonio bibliográfico y documental del país, quiere ampliar su alcance para incluir en su depósito nuevos formatos de creación digital incluyendo los videojuegos, según ha indicado Ana Santos, directora de la institución. La Biblioteca también quiere regular la conservación de otros formatos como sitios web, carteles de propaganda electoral y marcapáginas.

“Los videojuegos serán Bien de Interés Cultural en el futuro, porque tienen un valor cultural importantísimo como creación artística. Aunque quizá ahora no les demos mucho valor, son nuevos materiales que debemos conservar”, afirma Ana Santos en declaraciones a El País. Actualmente la Biblioteca Nacional no puede conservar cualquier videojuego porque la Ley de Depósito Legal solo obliga a entregar copias a los editores españoles, que son muy pocos. Sin embargo, la institución ha abierto conversaciones con la Asociación Española de Videojuegos para encontrar la manera de no perder ese patrimonio forjado con mano de obra española.

La posibilidad de que la Biblioteca Nacional de España empiece a custodiar videojuegos se abre después de que el Ministerio de Cultura anunciara su intención de reformar la Ley de Patrimonio Histórico de 1985. En ese momento el equipo de Santos empezó a desarrollar un borrador para poder incluir un patrimonio bibliográfico más amplio. “Debemos adaptar la ley del 85 a la realidad actual, es decir, a los distintos tipos de colecciones patrimoniales que recibe la Biblioteca Nacional de España, incluido el patrimonio digital”, dice la directora de la institución.

En cuanto a páginas web, si la nueva ley sale adelante serán las Comunidades Autónomas quienes decidirán qué sitios capturarán y depositarán para ser conservados bajo el criterio de “lograr la mejor representatividad del mundo de Internet”. A día de hoy, la Biblioteca Nacional custodia más de 34 millones de materiales producidos en España desde comienzos del siglo XVIII. Alrededor de la mitad son libros.
Fuente: El País