Para lograr esta proeza se han invertido 3.000 millones de dólares y 5 años de investigación. El proceso no es sencillo, pero parece que la clave ha sido sustituir el silicio puro por una aleación de silicio-germanio (SiGe) y utilizar la litografía ultravioleta extrema para grabar los patrones microscópicos en cada chip.
Oblea de chips de 7nm
Esta no es la primera vez que IBM ha conseguido bajar de la barrera de los 10nm. En 2012 presentó unos transistores experimentales de 9nm utilizando nanotubos de carbono, pero parece que la tecnología de 7nm es más viable para una producción comercial, que en todo caso no se iniciaría hasta dentro de como mínimo dos años.
Antes de que los 7nm lleguen a nuestras vidas deberemos pasar por los chips de 10nm. Intel tiene previsto lanzar sus primeros procesadores basados en esta tecnología a finales de 2016 o inicios de 2017.