Según explican desde Sony, “mientras que los títulos anteriores se basaban en feroces combates estilo arcade, en este God of War la lucha es más metódica y reflexiva”. Quizás por ese motivo se ha elegido un esquema de control parecido al de Bloodborne, donde los ataques están asignados al botón R1 y el botón R2 y la cámara se controla con los dos joysticks para dar a la acción “una mayor sensación de peligro e inmediatez”.
Puede ser más introspectivo, controlar mejor su ira e ir acompañado de su hijo, pero Kratos sigue siendo capaz de pegar con fuerza, descuartizar a sus enemigos, lanzarlos por los aires y pegar tajos rápidos con el hacha Leviatán o las Espadas del Exilio. También puede encadenar ambas facetas y destrozar a un enemigo mientras se encuentra suspendido en el aire. “A los seguidores de la saga esta parte les parecerá bastante familiar”, apuntan desde Sony.
El uso del hacha y la espada se puede combinar con un escudo que permite bloquear y rechazar ataques enemigos, mecánica que combinada con las habilidades rúnicas ofrecerán un sistema de combate “mucho más profundo y complejo”. God of War sigue entregando un combate brutal que busca agradar a los veteranos de la saga, pero también introduce elementos de estrategia cuyo objetivo es atraer los seguidores de juegos como Bloodborne o Dark Souls.
Como se ha podido ir viendo desde la presentación de God of War, Kratos contará con la asistencia de su hijo Atreus, que puede desvelar posiciones enemigas o disparar una flecha que aturde a un rival. La parte RPG del juego ofrece mejoras en las estadísticas, personalización de las armas y un árbol de habilidades de combate. No se podrá llegar al límite de todas las habilidades y estadísticas, así que se recomienda especializarse en un estilo (defensivo, a distancia, magia rúnica...).
God of War estará disponible el 20 de abril en exclusiva para PlayStation 4. El juego también se venderá junto a PlayStation 4 Pro en una edición limitada de la consola.